¡Que movida el final de Perdidos!

¡Que movida el final de Perdidos! El punto y final de esta maravillosa ficción habría dejado al Zorromono con la boca abierta de no ser porque...ni jamás vio esta serie, ni comprende a los mataos que dedican más de 10 segundos de su vida a reflexionar sobre ella.

No se encieeeendan, caaaalma... El Zorromono conoce la teoría: que si un contenedor de ficciones, que si la metaficción, que si la difusa línea entre realidad y vigilia, que si El señor de las moscas... y no. Que no cuela. El Micoraposo se queda con producciones que no tengan la pretensión por bandera como Dos hombres y medio, Matrimonio con hijos, -¿El mejor serial de la historia?- o, ya en animación, Beavis & ButtHead y Metalocalipsis.
¿¿¿Como...??? ¿¿¿Que no conocen Metalocalipsis, esa maravilllosa muestra de humor jevi berraco, en el que cinco gañanes con melenas dominan el mundo a base de Death garrulonte, actitud escandinava y fijación por el alcohol, las tetas y la muerte??? Que juventud...


Sí, un himno death dedicado al café. Y eso es solo el principio: en los siguientes capítulos deciden grabar un disco en la Fosa de las Marianas para que sea lo suficientemente oscuro, despiertan a un troll mitológico que arrasa Finlandia, su bajista hace un solo en un concierto utilizando su miembro, y mil burradas más. Obviamente, su cantante guarda un gran parecido con Glenn Danzig, su guitarrista sueco sufre de un divismo comparable al de Yngui Malstim (o como se escriba) y así, sucesivamente. Es que lo del heavy da para mucho, y sabe reirse de si mismo. ¿Se imaginan un equivalente en plan indi? ¿Cual sería el argumento? ¿Una pandilla de chiquilicuatres británicos confusos sobre su sexualidad y sus sentimientos, que intentan derribar los tópicos del ruoc a través del ingenio, los flequillos y los jerseys a rayas? Eso sería la versión brit, claro, porque en España ya tenemos a los humoristas indis oficiales. Su programa se llamaba Muchachada Nui, y no tenía gracia.

P.d: En el recuento de series, no se menciona a The Simpsons por un motivo obvio: su divinidad.