miércoles, 16 de junio de 2010

La saga de los Saurius (y II)

Lo prometido es deuda, damas y caballeros. Si la semana pasada se trató en esta bitácora la corta vida y los escasos milagros de ese ser conocido como Miley Saurius, no queda más remedio que contextualizar los orígenes de la criatura y hablar de su progenitor, que como todos ustedes ya saben, responde al nombre de  Billy Ray Sauriuuuuuus.



Ahí tienen al colega, hecho un brazo de mar en esos lejanos días en los que tenía que aguantar como millares de hambrientas cougars se arrancaban la ropa interior y se la arrojaban ante la simple visión de sus pectorales y su mullet. A los más jóvenes, recordar que este pintoresco individuo saltó al estrellato a principios de los 90 cuando su irritante hit de destrucción masiva Achy Breaky Heart subió como un cohete al número uno de las listas de ventas de todo el mundo libre.



Espeluznante, ¿verdad? Pue eso no fue nada. El acabose del posmodernismo llegó cuando esa persona venezolana -por definirla de alguna manera - conocida como Coyote Dax hizo su propia versión en castellano, que tituló, muy adecuadamente, No rompas más mi pobre corasón. Pero nos estamos desviando del tema;  El Zorromono ya les adelantó la semana pasada que el amigo Billy Ray tenía entre sus logros, además del de  alimentar los sueños no-muy-húmedos de centenares de miles de premenopáusicas de toda la Nación, el ser un freedom fighter de tomo y lomo y el haber derrocado, casi él solito, a un dicador latinoamericano. En 1989, Noriega - el tirano panameño, no el triste actor santanderino - daba sus últimos zarpazos como narcocaudillo del país del canal; pese a haber sido elevado al poder por la CIA, sus contactos con los carteles colombianos de la drogaína le habían hinchado las naricel a Bush padre, que lanzó una simpática ofensiva, denominada Causa Justa, para derrocar al díscolo sátrapa y restablecer en ese diminuto país una alegre democracia títere. Pero el bueno de Norie no se iba a rendir tan facilmente, y junto a un buen número de su fieles armados hasta los dientes, se hizo fuerte en la sede del Nuncio de Panamá. Los gringos tampoco se iban a amilanar, y decidieron usar la técnica de desgaste psicológico de Apocalypse Now: música alta.

Dicho y hecho, los yanquis rodearon la santa casa con un montón de altoparlantes e iniciaron una sesión con los más granado del panorama metálico del momento. Durante tres días y tres noches, el tirano y los suyos soportaron - y el Zorromono quiere creer que disfrutaron - de una Raw Session a base de AC DC, Anthrax, Judas y Metallica a volumen 11. Pero al cuarto día decidieron cambiar de táctica, y probaron con Achy Breaky Heart. Y a los pocos minutos, obrose el milagro de ver como Noriega y sus compinches salían de su fortín con las manos en alto y suplicando clemencia. Que este Micoraposo se muera ya mismo si miente.

Y si esto fuera todo, ya sería la leche, pero no. Aún hay más. El bueno de Billy Ray - suponemos - siguió grabando discos que no tuvieron ni la más mínima trascendencia fuera de Alabama y Oregón, hasta que le llegó una nueva oportunidad en los albores del año 2000: nada menos que David Lynch le eligió para interpretar un papel de matón en su inquietante film Mullholland Drive. Cyrus acepta sin saber muy bien donde se metía, y tras ver el resultado de su trabajo y no entender ni pío, el muy alcornoque echa pestes del director y anuncia a los cuatro vientos que jamás volverá a hacer algo tan oscuro y raro, no vaya a ser que se termine volviendo demócrata, gay, o algo peor. En vez de seguir con el cine de arte y ensayo o volverse definitivamente al rancho, a alguna lumbrera se le ocurre hacerle a Billy Ray una serie televisiva a su medida en la que interpreta a un médico-cowboy del medio oeste que, por algun extraño motivo, logró la gesta de terminar sus estudios en medicina sin saber leer y decide irse a vivir a New York.

En Doc, que así es como se llama esta bizarra fusión entre Walker Texas Ranger y Médico de familia, el público puede disfrutar de las limítadisimas dotes interpretativas de Cyrus mientras desface entuertos a base de noblotismo borderline, pone cara de palo, se ríe de los que leen libros y saben de algo más que de inseminar yeguas, e intenta cepillarse a las nativas. Como Milikito, talmente.


El resto, ya lo saben. El muchacho trabajó incansablemente hasta hacer de su hijita Miley una estrella, y poder vivir relajadamente de ella. Suponemos que la carrera del bueno de Billy Ray ya pocas emociones nos deparará en el futuro; todo lo que tenía que hacer está hecho, por lo menos hasta que cumpla los 65 y Rick Rubin decida grabarle una serie de discos acústicos extremadamente crudos y emocionales, como ya hizo con Johnny Cash. Esperamos ansioso, Billy.

1 comentario:

  1. Creo que lo que más me define como individuo, y me caracteriza en relación a mis congéneres, es mi afición a los tiranos,
    tenemos 4 tipos de tiranos:

    el tirano europeo (ánsias intelectualoides e historicistas)
    el tirano asiático (paternalista y con superpoderes)
    el tirano africano (canibalín, follarín y danzarín)
    el tirano sudamericano (die young, ostentoso y machote)

    el tirano europeo: me parece soso, y coñazo
    el tirano asiático: mi debilidad absoluta
    el tirano africano: beh, pinceladas de nepotismo, hijo de o el
    más fuerte de la tribu; etoo, drogba...
    el tirano sudamericano: no está mal, aunque como diría Tito Mc:
    hablas mucho, so mercucho.

    todo éste rollo, viene a que el zorromono, subrayó de pasada el uso del arte para rendir a un tirano clasificado dentro del grupo 4, ya que como mucha gente sabe mi tesis doctoral titulada "El arte de la Tiranía" profundiza en esta relación.

    obvia decir que con el permiso del Z, incluiré esta linea de investigación en mi tesis. Si tenéis curiosidad sobre el tema, os invito a que busquéis información por internet sobre Kim Jong Il (Amado Líder), un ser mágico cuyas doctrinas logran adhesionar a futbolistas "japoneses" a su divina lucha, como hemos visto en el mundial, secuestra a directores y actores de cine para que así las películas tengan el final que a él le gusta, y dispone de un tren blindado regalo de Stalin (otro gran tirano y artista) con el que se va de meretrices por media Europa.

    ¿qué tiranos nos deparará el futuro amigos? espero que sean creativos, porque cada tirano que fallece, una estrella se apaga en el cielo, como ordenó esculpir el gran Nerón en su lápida: QUÉ ARTISTA MUERE CONMIGO, PETRONIO ¡¡

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