Pasado ya este trámite de autobombo, vamos al tema. El Zorromono ha estado enfrascado últimamente en ciertas lecturas muy poco recomendables, que le han llevado a pensar - argh!- en asuntos tan dificilmente digeribles para el vulgo como lo efímero de la existencia y la consecución de la inmortalidad a través de la creación artística. Woody Allen, en una de sus frases más lucidas, llegó a afirmar que él no quería lograr la inmortalidad a través de su trabajo, si no, sencillamente, no muriendo.
Pues el viejo Woody lo tiene complicado, y no sólo porque lleve 15 años sin hacer una buena película, sino porque la parca es implacable y se lleva por delante a todo Cristo, sin distinguir entre ángeles y demonios o entre Vicentes Ferreres y profesores Neiras. No se me inquieten, que ahora les contaré por donde voy: ya que la muerte puede acechar por cualquier esquina, lo mejor es estar preparado, traer los deberes hechos de casa, y dejar un legado lo más inmaculado posible.
Con este razonamiento, el Zorromono no se refiere a intentar diñarla de una manera honrosa y evitar decesos tan grotescos como los de David Carradine, el tipo de INXS o el individuo ese que falleció aplastado por un pedrolo mientras yacía con una gallina. El Foxmonkey va un poco más allá, y está hablando de casos de artistas que, durante un espacio de tiempo determinado, brillaron en sus respectivos campos de un modo que les hizo parecer auténticos dioses del Olimpo para, al poco, transmutarse en seres grises, abúlicos e irritantes que lo único que lograban era mancillar sus propios nombres. Y eso está muy mal porque, en el supuesto de que hubieran muerto en sus días de gloria, las puertas de la eternidad se les habrían abierto de par en par de inmediato, mientras que ahora, cuando fallezcan patéticamente de viejos, tendrán que pasar varias décadas para olvidar los desmanes posteriores a su época dorada para reconocer en justa medida sus legados.
Obviamente, cualquier artista con una carrera medianamente larga puede dar algún traspiés y editar discos no demasiado afortunados. Le pasó al pobre Gregg Allman cuando perpetró esa monstruosidad junto a Cher, y a Kris Kristofferson cuando compartió película, álbum, y lecho con ese diabólico ser conocido como "Barbra Streisand" - imaginen eso. Yacer con la Streisand. Debe ser como hacérselo con King Kong, el Golem, Motra o cualquier otro monstruo de tiempos remotos-. Y para que vean que el Zorromono no es un misógino del culo que le echa la culpa a las pibas de los fracasos de sus artistas más admirados, pondrá también los ejemplos de los últimos y alimenticios álbumes de Iggy Pop, o la atroz racha que atravesó Neil Young en los 80. ¿Ven a lo que me refiero? Fracasillos, decisiones erróneas, unos discos mejores que otros... lo normal en una carrera de amplio espectro. De lo que está hablando el Foxmonkey cuando titula este post con la expresión ¡Tú antes molabas! es a cosas como estas:
¿Ven ustedes a lo quie me refiero? Por si no lo sabían, hace muchos, muchos pero muuuuuchos años, antes de dedicarse a meter siempre el mismo solo sobre cancioncillas de los artistas más chungos del showbiz, Santana era un Dios. Absolutamente TODO lo que editó este enjuto y cetrino caballero entre 1969 y 1974 - desde su disco de debut hasta el nitroglicerínico doble en directo Lotus - sigue sonando arriesgado, avanzado, emocionante y sobrecogedor. Después de esta época dorada, el maestro siguió grabando álbumes apreciables, unos mejores que otros, en los que se acercaba ora al pop, ora al jazz, pero bien, vaya, con una línea coherente y con trabajos tan agradables al oído como Havana Moon y Freedom. Pero un buen día, a finales de los 90, el amigo decidió - o más bien, le ofrecieron, tras varias décadas de ostracismo megacorporativo, y ante el descubrimiento por parte de las multis del tremebundo potencial adquisitivo del público latino - dar un giro, volver a la primera línea de cualquier manera y pagarse una jubilación digna a costa de mandar toda su credibilidad artística a tomar viento. ¿Recuerdan lo que afirmó Greil Marcus sobre Rod Stewart - otro que tal baila - de que nadie había hecho tanto contra su propio talento? Pues esa frase es perfectamente aplicable a Santana. Porque tengan claro que, si le apeteciera, este señor se encerraría en un estudio junto a, por poner un ejemplo de discípulo aventajado de la primera etapa del guitarrista mexicano, Omar Rodriguez-López, de The Mars Volta, y sacaría un discote descomunal. Pero no. Lo que motiva en la actualidad a este descarriado chamán son estas dos cosas:


Y ahora es el momento de dejar la habitual demagogia zorromonera de un lado y preguntarse algo: ¿Es esto realmente criticable? ¿Que tiene de malo que alguien que grabó seis obras maestras seguidas se relaje un poco, pase por el aro y gane toneladas de millones sin esfuerzo para pagarse un Otoño del patriarca que para sí querrían muchos? Es una manera de verlo, pero el veredicto del MicoCánido, en su papel de irreverente personaje de ficción tan asilvestrado como implacable, es que antes de tener que soportar en lo que se ha convertido Carlos Santana, habría sido más digno para todo el mundo, él mismo incluído, que hubiera fenecido a finales de lo 70. He dicho.
Y el caso de Santana no es el único ¡Tú antes molabas! del que se va a ocupar hoy su mutante favorito; Es el turno ahora de la asombrosa historia de un individuo que, en un día muy lejano, fue Dios, pero que tal y como lleva los últimos 30 años, habría sido mejor que se hubiera reunido con Dios.

Pues este señor con pinta de oficinista que lo único que provoca son bostezos era esta otra persona hace 40 años:
Pues sí. Clapton. Este tipo sí que molaba. Pero es que además de molar, hubo un tiempo en que cada cosa que hacía molaba un poco más que la anterior: Los Bluesbreakers de Mayall molaban más que los primeros Yardbirds, Cream molaban muuuucho más que Yardbirds y Bluesbreakers juntos , y si no fuera porque Cream son, posiblemente, uno de los cinco mejores grupos que han pasado jamás por la faz de la tierra, el Layla de Derek and The Dominoes habría molado más que nada en este mundo, y miren que el disco ya mola hasta extremos dinosauricos. Y ya en solitario, el Zorromono no cree que haya muchos guitarristas capaces de registrar álbumes tan emocionantes como 461 Ocean Boulevard. Durante el resto de los 70, la cosa siguió más o menos bien, pero fue llegar a los 80 y... puffff... bueno, ya saben el resto: giras con Phil Collins - ¡¡¡ Phil Colliiiiiiins!!! ¡¡¡ Aaaaaaargh!!! ¡¡¡Si incluso se dice que fallece un crío en África cada vez que se pronuncia ese nombre!!!- discos somníferos, baladones terribles de espantosa ñoñez - y sí, el Foxmonkey conoce la historia que se esconde detrás de la balada en la que todos estamos pensando y no, por supuesto que no va a hacer ningún chiste al respecto ¿Por quién demonios nos han tomado? - duetos con entes como Babyface, etcétera, etcétera. Posiblemente lo de este individuo sea peor que lo de Santana, porque éste parece más un caso de veradadera pérdida de talento, no de venta grotesca al capital con el objetivo de no pasar hambre. Pero su descrédito actual es tan grande que incluso da un poquillo de vergüenza pasearse por la calle con un disco bajo el brazo en el que ponga "Clapton" .
Como último ejemplo de ¡Tú antes molabas! y como despedida festiva, el Zorromono les va a pedir que pierdan unos minutos de su valiosísimo tiempo en ver este video, que se explica por sí solo. Se pueden encontrar casos de ¡Tú antes molabas! donde uno menos se lo espera:
Clapton entro a los Bluesbreakers luego de abandonar los Yardbirds, tendrias que informarte un poco antes de salir a escribir cualquier cosa. Yo personalmente creo que una flatulencia de Slowhand es mas inspirada, emocionante y interesante que lo que vos escribis. Dedicate a otra cosa. FERNANDO
ResponderEliminarAburres
ResponderEliminarEsta peña no tiene ni idea de como pinchas Zorromono!! a la del 14 no pude... pero a la del Fuzz conta connoscooooo!! y ponme my favorite song of Blondie!!
ResponderEliminarbicos.
Sí, dedícate a otra cosa, o documéntate. Phil Collins es músico desde finales de los 60's, no sé si tampoco te sonarán los Génesis. Y es un genio!
ResponderEliminarEste blog es una mierda, y el que lo escribe, un cretino. Ir de graciosete no es lo mismo que ser gracioso, y Phil Collins es un maestro del pop.
ResponderEliminarEste tema se titula "Tú antes molabas". Creo que debería de estar claro, pero para algunos, pues no.
ResponderEliminarCreo que deberíamos repasar los tiempos verbales. Por ejemplo la frase "Phil Collins es músico desde finales de los 60´s", debería ser "Phil Collins era músico a finales de los 60´s". O bueno, decir que es un maestro del pop, es gracioso, porque habría que puntualizar que fue un maestro del rock progresivo hace muchos años, fue maestro del pop comercial a finales de los 80 y principios de los noventa y...bueno, volved a leer el título del tema.
Eric Clapton hace muchos, muchos años (léase con voz del abuelo de pizzas Casa Tarradellas)que se dedica a ser Eric Clapton. Hoy en día sólo le gusta a esos mitómanos que se compran discos y dvd´s de conciertos coñazo de yo y mis viejos amigos tocando en homenaje a no se quién o no se qué, tocando con cinco guitarras pero todas ralentizadas y haciendo coros horribles, pero todo con muy buen rollo y pedazo de artistas a los que se les puede aplicar el título del post.
Hay mucho gente que prefiere un nombre a un buen concierto, prefieren a un artista acabado que un concierto de rock. Acordémonos de nuevo de los críticos del noroeste, que quedaron encantados con la actuación de los Cure crocanti (así quedaron después de arrastrarse por la playa).
Quizás molaban más por 2 cosas:
ResponderEliminar1 se llama juventud, ya verá usted, Mr Zonomorro, con suerte, lo que es perderla
La otra se llama drogarse hasta casi morir.
¿Desde cuándo las drogas han sido un obstáculo para grabar buena música? Tal vez lo sean para estar cuerdo o vivir, pero no para hacer grandes discos. ¿Cuántas toneladas de heroína se habrá metido Keith Richards (con la inestimable colaboración de su señora la Pallenberg y su colega Gram Parsons) durante la grabación de "Exile on Main Street" (también con la colaboración del bueno de Gram, aunque no se diga una palabra sobre ello en el reciente documental sobre el exilio fiscal de los Stones y el maravilloso disco doble: avergüénzate, Jagger)? ¿Acaso no era Bowie una aspiradora humana cuando engendró el glorioso y crowleyano "Station to station" (atentos a la reedición)? Y, para centrarnos en lo que nos ocupa, ¿no era un yonqui el ínclito Mano Lenta en la época de Derek and the Dominoes? Pues sí, pero escuchadle pisar el wah wah en el Fillmore East, y decidme si alguien blanco lo ha hecho con más gracia. Con respecto a Phil Collins, sólo diré que, cada vez que ataca a la Motown, Marvin Gaye Jr. agradece en el Más Allá que el reverendo Marvin Gaye Sr. le evitase asistir a esas indignidades. Para acabar esta parrafada, añadiré que, en mi opinión, lo que les pasó a muchas de estas luminarias de los 60 y 70 es que se toparon con una fuerza mucho más maléfica que la mismísima Droga: los 80. Creo que nuestro anfitrión debería tratar este lamentable período por extenso. Salud.
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