martes, 26 de octubre de 2010

El estadio de las cosas

Hay quien dice que de los errores se aprende mucho más que de los aciertos. En este nuevo post, que el Zorromono comienza de una forma mucho más directa y menos rimbombante de lo habitual - ¿Habrá superado el Micocánido su etapa sinfónica y estará entrando en su periodo punk?-, intentará dilucidar cuál es el lugar idoneo para que el rock and roll campe a sus anchas. O, por lo menos, que lugar NO lo es.

Como ya supondrán, El Zorromono siempre preferirá, para disfrutar en condiciones de una actuación musical, un clubete pequeño y sudoroso, una coqueta salita o, como mucho, un arena de no más de 15.000 personas de aforo - recintos estupendos en los que su mutante favorito disfrutó de recitales tan aplastantes como el que ofrecieron The Who en el Palacio de los Deportes de Madrid, o el doble cartel Beck+ Neil Young & Crazy Horse en el Coliseum de A Coruña - a un impersonal y agobiante estadio. También es cierto que la opinión del Foxmonkey sobre los shows masivos quedó irremediablemente marcada por una experiencia traumática que muy pocos han logrado superar sin sufrir graves secuelas psicológicas: El primer contacto con los grandes montajes de estadio del Micocánido fue el concierto que ofreció en Barcelona el grupo U2, en el año 2005



Sí, sí... ya sé lo que están pensando... pero no. El Zorromono no tiene absolutamente nada en contra de ese grupete de católicos multimillonarios. Cierto es que su guitarrista parece un albañil, que su cantante es una de las personas más asquerosas del mundo mundial, y que sus miembros restantes podrían ser sustituídos por dos indigentes escogidos al azar en la Cocina Económica sin que nadie se diera cuenta, pero es de recibo reconocer que en los 80 hicieron alguna cosilla aceptable. Incluso han influido de manera positiva a algún músico posterior - como en Adam Jones, guitarrista de Tool, que reconoce el influjo  de The Edge en su enrevesado sonido-, aunque también se les puede achacar de ser los padres de esa grisura hecha épica con el que espantos del jaez de Coldplay y Muse han conquistado  Mediocrelandia.

Así pues, aparte de de tener los fans más pesados y cerriles del poprock - junto a los de Pearl Jam y Springsteen, que ya son para echarles de comer aparte-, poco o nada tiene que reprocharles el Micocánido a los cuatro irlandeses. Hecha esta aclaración, vamos al lío.

La cosa fue tan sencilla como esto: unas personas con las que el Zorromono se relacionaba tiempo ha propusieron pasar unos días en la ciudad condal y, de paso, acudir al recital que U2 ofrecerían en el Camp Nou. Al Foxmonkey, quizás por su bisoñez, le picó la curiosidad, y le agradó la idea de presenciar un gran montaje - en todos los sentidos - como el que ofrece el cuarteto dublinés,  y allá se fue con estas personas. Para ahorrarles cerca de medio centenar de historias escabrosas que más que risa dan pena, vamos a centrarnos en las horas previas al recital y el propio desarrollo del mismo:

-A altas horas de la madrugada, el Micocánido y un compañero acuden a las inmediaciones del Camp Nou para saludar a un conocido, fan irredento del combo irlandés y cuyas características personales y de higiene coinciden con la descripción ya hecha de este colectivo, que se hallaba haciendo cola desde hacía varias horas para poder ver lo más cerca posible a sus tristes ídolos. El trajín de travestís latinoamericanos y jóvenes del Este era abundante, ya que las inmediaciones del coliseo culé eran un gran centro de prostitución. El presagio, como pueden ver, no podría haber sido más inquietante

-Ya al día siguiente, el Foxmonkey se dispone a hacer cola con otro amigo para entrar en el estadio y ver el conciertito del demonio. Tras horas, horas, horas y más horas de espera para penetrar en el recinto, nuestro héroe se situaró hacia la mitad del césped y disfrutó, rodeado de las gentes más vulgares que nadie se pueda imaginar, de las actuaciones de los teloneros: Kaiser Chiefs y Keane. Sí, sí, han leído bien. Mediada la actuación de los segundos, el Zorromono empezó a buscar un objeto filoso con el fin de sajarse las venas. Querría puntualizar, solo para automortificarme, que en la actuación ovetense de U2 de 1993, los teloneros fueron los Ramones(¿?¿?¿??)



-Pero lo mejor estaba por llegar. Ya bien avanzada la noche, y rodeado por gentes mediterráneas con aspecto de concursantes de Gran Hermano, guiris sin camiseta y señores con camisas de manga corta metida por dentro del pantalón, de entre las motruosas pantallas gigantes del escenario emergieron en lontananza las difusas figurillas de cuatro personas que, segun parece, eran los miembros de U2. Aunque si en vez de Bono, The Edge y los otros dos fulanos hubieran sido Cañita Brava, el presidente de la República Popular China, Pepe Domingo Castaño y Xoel López nadie se habría dado cuenta.

-Lo de excusatio non petita, acusatio manifiesta es una verdad como un templo. La cierto es que, como ya habrán podido deducir y pese a la declaración inicial,  el Zorromono no es lo que se dice un fan de U2. Precisamente por eso, fue incapaz de disfrutar de chorradas como Bono con los ojos vendados pidiendo tolerancia, Bono diciéndole a la gente que mandara SMS's solidarios para no se que chorrada,Bono dando las gracias a Zapatero por su talante, y de Bono haciendo la parte vocal de la que se encargaba Pavarotti en el tema Miss Sarajevo. El Foxmonkey pone a Dio por testigo de que el tocinete dublinés parecía un becerro dando voces, lo que no impidió que la masa ovacionara sus desaforados esfuerzos por reventarse el diafragma.


-Poco más hay que añadir. El Zorromono salió del recinto cansado, dolorido en alma y monedero, y con la sensación de que le acababan de hacer el timo de la estampita o el tocomocho. El Foxmonkey había pagado un pastizal por ver el dvd de un concierto mediocre en unas pantallas muy grandes, con un sonido regulero, rodeado de gente rara - al recital acudió incluso ese ente conocido como Ronaldinho, al que el populacho  ovacionó cuando ocupó su lugar en el palco de autoridades-, a lo que había que añadir el mal humor que ya de por sí provocan las aglomeraciones absurdas. Lo peor fue la terrible sensación de que, si en vez de los malditos U2, los protagonstas del espectáculo hubieran sido los Rolling Stones, las sensaciones del Micocánido habría sido las mismas.

Asi pues, la conclusión es obvia: salvo en casos concretos, como ese Festival dos 1000 anos del que no paran de hablar los más ancianos del lugar, los estadios no son para el rock: son, simplemente, sitios muy grandes donde los equipos juegan al fútbol, los tiranos sudamericanos concentran a sus opositores, los árabes ejecutan a gente, y actúan los Héroes del Silencio cuando se reunen.

9 comentarios:

  1. Cuanto personaje disfrazado de cultureta hay por el mundo, verdad Raposochita, te recomiendo que te alejes del proximo concierto en el que se junten mas de 10 personas y que se desarrolle en una superficie mayor a 10 m2 no vaya a ser que te contamine irremediablemente. Por cierto, que sepas que hay una frase muy antigua que dice que no se puede discutir sobre gustos y por tanto es ventajista y de mal gusto criticarlos y mas con tan pocos argumentos y tanta mala leche. Un saludo.

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  2. Me gusta tu descripción de los fans de este "grupo", así como la comparación con los de Springsteen y Pearl Jam. Siempre tuve esa misma impresión. Lo malo es que últimamente también se cuelan en los bolos de ACDC.....

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  3. Tiene cojones que un jevarra, sin duda alguna el especimen más cerrado y retrógado del mundo, tenga los santos cojones de criticar a cualquier otro tipo de fan musical. Encima retrasado, que te dejas semejante pastón en un concierto que ni te interesa.

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  4. Totalmente de acuerdo con rebro: el zorrimongui es jevi y retrasado. PEro creo que eso lo reconoce él mismo.
    Al margen de esto, más de acuerdo estoy con que las aglomeraciones no son buenas más que para que el vaticano haga caja con los worldtours papales. Desconfía de las comuniones multitudinarias: siempre hay alguien detrás riendose de la masa. 15.000 de aforo aceptable? ni de coña: más de mil y hay que empezar a sospechar que la mitad van a molestar. Ah, y tras escuchar a Keane buscabas una gillete? Yo sigo todavía buscando las putas guitarras!
    Lo dicho, enhorabuena zorrita, querías molestar y, a la vista de los comentarios, lo has conseguido con creces. Como de costumbre.

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  5. Este tipo de conciertos son tan multitudinarios porque van supermegafans de la música, de esos que tienen tanto gusto y controlan tanto que compran las entradas para el Rock in Río sin saber siquiera quién toca, simplemente van poque la rubia de rizos grita ¡yo voy!. De esos que van a ver a grupos famosos para sacar fotos con el móvil y luego fardar en el facebook, aunque no conozcan al grupo (buscar en la hemeroteca de la Popular1).
    De acuerdo, Pablo Go Go, pero sabemos que también se cuelan en los de Kiss.
    Acabo con el J.Kneesiano por excelencia; Parece que van a venir U2 a La Coruña este verano. Dijo el concejal de fiestas que este año al Noroeste va a venir un grupo...u dos!

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  6. (Perdón, es "a la mierda")

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  7. Digo más: Ala mierrrrrrrrda U2! Cuanta razón tenía MC Randy!!!!

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  8. U2 el grupo que le gusta a la gente que no le gusta la música...... ReBro jevarra retrógrado?????? Muy poco tienes que conocer del Heavy para pensar eso..... En fin, que todos sabemos como son los fans de U2, tan progres, tolerantes y humildes justo como el farsante de su cantante.

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  9. El post es simpático aunque no estoy de acuerdo en algunas cosas. Aunque desde luego un estadio petado de gente no es el mejor sitio para escuchar y ver música, cae de cajón. Seguramente es un buen lugar para vivir un gran espectáculo. Ahora bien no podría borrar de la historia el concierto de Queen en Wembley, por poner sólo un ejemplo. Petar hasta arriba ese estadio dos días seguidos tiene un gran mérito, además de lograr tocar de maravilla (uno de los mejores grupos en directo), y lo que es más, hacer partícipe a tanta gente del show (must go on). Pero es curioso, en lo que más en desacuerdo estoy contigo es en que si estar rodeado de TRAVESTIS no es una de las cosas más rockeras que puedas echarte a la cara, apaga y vámonos. Si no qué fue la época glam del rock, travestidos todos!!!

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