miércoles, 25 de mayo de 2011

Nacer está sobrevalorado

Hace unos días el Zorromono decidió deleitar a sus incondicionales con una sesión musical basada única y exclusivamente en la década de los 80. Todos conocemos el tópico de que esos años fueron los más nefastos para la música popular desde que el mundo es mundo, ahí en mitad de la nada entre la exhuberancia de los 70 y la euforia del ficticio renacer del rock de los 90. Los centenares de Zorromoners que abarrotaron el reputado local en el que se celebró la pinchada puedieron disfrutar de joyas como el Lemon Incest de Gainsbourg, el Jane Says de  Jane's Addiction, el Sexual Healing de Marvin, y de otras maravillas que les convencieron de que los 80 fuero unos años maravillosos en los que se pudo disfrutar de grupones como Replacements, Dead Kennedys, Ilegales y un abundoso etcétera.

Lo que ni el Zororromono ni nadie puede negar es que la década de Reagan y Gordon Gekko provocó que a un buen número de estrellones de los 60 y 70 se les fuera la pinza, y registraran una serie de discos tan absurdos que su simple audición provoca una mezcla de hilaridad y ascopena. Curiosamente, Black Sabbath entraron en los funestos 80's con muy buen pie, capitaneados por Ronnie James Dio y  grabando barbaridades como Heaven and Hell y Mob Rules.



Tras la marcha de Ozzy Osboune y la baja del batería Bill Ward por darle al frasco como Carrasco, Sabbath gozaba de una salud inmejorable junto al diminuto y llorado Dio y el batería Vinny Appice. Pero como suele suceder con esta banda, cuando todo parecía ir como una seda, las cosas se torcieron y tomaron el rumbo más absurdo que uno se pueda imaginar.

De golpe y porrazo, en el año 1983 el guitarrista Tony Iommi y el bajista Geezer Butler se encontraron sin vocalista ni batería al abandonar el barco tanto Ronnie como Vinny, al parecer por las peloteras que se montaron a la hora de mezclar el disco en directo Live Evil - ¿Se les ocurre un motivo de más peso que éste para deshacer una banda?-. Los atribulados instrumentistas se pasaron una buena temporada atusándose los bigotes y preguntándose qué diantres hacer con su grupo. Dicen las crónicas que tantearon tanto a Robert Plant, de Led Zeppelin, como a David Coverdale, ya en Whitesnake, y no contentos con semejantes ideas de bombero, lo intentaron también con Ian Gillan.



Tras una reunión en un pub - no iba a ser en una biblioteca, claro -, el mítico vocalista del MK II de Deep Purple llegó a un acuerdo con Tony y Geezer, y se pusieron a trabajar en el nuevo disco de Black Sabbath. Ya desde un principio se veía que esa unión era un absoluto disparate, y que poco o nada tenían que ver los estilos de todos los implicados en semejante dislate. Para acabar de completar el cuadro, se anunció que el pobre Bill Ward volvería a los parches, ya recuperado de su severa adicción al morapio.



El resultado de estas sesiones fue el disco Born Again, que dejó a absolutamente todo el mundo patidifuso. El Micocánido no les miente si les dice que este álbum es lo más salvaje que se podía esuchar en esos años, por encima de Motörhead, Venom, los Misfits o lo que se les ocurra. Se podría definir incluso como absurdamente rápido, absurdamente feroz y absurdo, en general.

Poco queda en Born Again de los majestuosos Sabbath de Ozzy o las mágicas melodías de Dio. Lo que aquí se encontrán son los riffs más simples, veloces y ruidosos jamás compuestos por Iommi, a Bill Ward que parece que está demoliendo un edificio, a Geezer sonando como si echara espumarajos por la boca y a un Gillan empeñado en no quedarse atrás ante semejante abstracto a base de alaridos. De verdad que hay que oirlo para creerlo.



La única explicación que encuentra el Micocánido ante este sindiós es que los músicos, presa de la crisis de los 30, se encerraron en el estudio con sus instrumentos y varios kilos de speed, empeñados en demostrarles a esos chiquilicuatres de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico y del Punk quiénes eran los más duros, los más peludos y los más barrigudos. Y vaya si lo intentaron.

Lo primero que llama la atención del disco es el sonido. Parece que la mezcla la realizó un sordo, porque lo que es sonar, suena como una maqueta con los niveles a tope de todo, con algunos tecladetes añadidos al tuntún y unas voces dobladas donde menos falta hace . El single del album fue la inicial Trashed, que ya indica por donde van a ir los tiros: una batería que suena como un antiaereo a todo trapo,un riff más simple que el asa de un cubo, una ración doble de chillidos y un videoclip tan chabacano como era de esperar.



Pero alto ahí, amigos Zorromoners. Si el Micocánido está perdiendo su preciosísimo tiempo en hablarles de este extraño disco es por algo. Born Again fue despellejado por la crítica en su momento, pero es innegable que desprende un magnetismo de lo más extraño, y lo que en 1983 eran defectos que hacían que el disco sonara raro, han acabado mutando en virtudes y cosas adelantadas a su tiempo. Así, se pueden encontrar con cosas tan curiosas como que la escalofriante Zero The Hero suena a los Soundgarden de Louder Than Love, o que Keept It Warm perfectamente podría formar parte del Danzig II. Y que la producción en general remite a lo que hacía Terry Date en 1993. ¿Quieren que lo diga, no? Pues allá va; sí, Born Again suena un poco GRUNGE.



Hala. Ya está dicho. Obviamente, nada estaba más lejos de las intenciones de estos peludos británicos cuando registraron coplas como la alienada y desconcertante Disturbing The Priest o la balada imposible que comparte título con el álbum, que inspirar a una panda de zarrapastrosos de Seattle. Aunque lo cierto es que nadie - ni ellos mismos - tiene claro lo que pretendieron hacer Iommi, Ward, Gillan y Butler con este disco, porque ya desde la cubierta se veía que eso no tenía sentido.



Vean, vean, que tienen ante ustedes una de las portadas más feas jamás publicadas, según todas las encuestas. Dice la leyenda que cuando se la presentaron a Ian Gillan, el pobre casi hecha la pota. Pese a que a Butler la ilustración de este bebé demoníaco también le parecía un disparate, Iommi la acepto. Pero lo mejor estaba aún por llegar, porque la consiguiente gira de la banda serviría de inspiración para uno de los sketches más divertidos de la historia del cine.

¿Recuerdan la parte de This is Spinal Tap en el que encargan unos monolitos a lo Stonehenge para su escenario, pero se equivocan al dar las medidas, y les entregan unos pedrolos minúsculos en vez de los imponentes menhires que esperaban? Pues el origen de esta descacarrante escena está en la gira de Sabbath con Gillan; uno de los tipicos interludios instrumentales Sabbathicos de Born Again lleva por título precisamente Stonehenge, y los muchachos decidieron basar la escenografía de su tour en este concepto; el problema fue que se presentaban en los recintos con unos pedazo de chismes de cartón piedra que no había forma humana de introducir en los locales para asombro y vergüenza de músicos y promotores.



La cosa entre el vocalista y los Sabbath duró poco, como era de esperar - ¡Pero si en la gira incluso interpretaban Smoke on the water, por Cristo!-, y ninguno de los implicados en este absurdo episodio de la banda de Hard Rock más grande de todos los tiempos se digna a recordarlo muy a menudo, como si nunca hubiera pasado. En 1984, Gillan volvió a Deep Purple para registrar el fenomenal Perfect Strangers junto al MK II al completo, y Iommi no volvió a grabar hasta 1986. Pero ni el vocalista volvió a alcanzar las cotas de brutalidad vocal logradas en este disco, ni el guitarrista volvió a tocar de una manera tan salvaje y desbocada.

Ya ven, ahí tienen un nuevo disco de culto, que ejerció una gran influencia entre los muchachotes californianos que por esos días estaban ocupados inventando el thrash. Hasta el cretino de Lars Ulrich proclama que es uno de sus discos favoritos de Sabbath. No se sabe que opina Ozzy, del álbum pero suponemos que no le chistará mucho, más que nada porque una de las mejores canciones de Born Again se titula Digital Bitch, y se dice que está dedicada a su señora...

1 comentario:

  1. aparentemente ozzy habria dicho que BORN AGAIN era lejos lo mejor que habian hecho desde que el se fue y que le gustaba mucho.

    en épocas de dudosa piedad, o dudos impiedad (que es basicamente lo mismo) el mundo nesecita que alguien toque fondo (vease la historia de la diosa himdu Kali, o alguna secuela de Rambo) el mundo no seria el mismo sin Born Again, ¿que mas podria alguien escuchar cuando necesita algo radical ? Y el buen Tonny Iommi, el paladin mas colateralmente sanguinario, lleno de amor empuña a dos manos su colosal motocierra con 6 ileras de cuchillas y la aproxima con una sonrisa llena de generocidad a quien mas lo nesecite. para mi este album es un triunfo del rock n´ roll como no se escuchaba desde algun botleg furtivo de Bo Diddley, o Telstar de the tornados. ho deliciosa saturacion, oh nectar incandecente escurriendose en ondas de radio por la vialactea, avergonsando a tanto hombrecete verde armado con rayos lazer. Born Again es un estandarte de la dignidad de la música. la verdadera obra maestra del rock no se debiera grabar con no mas presupuesto que con el que vive una persona regular en calcuta en un día. un verdadero rocanrollero debieera sentirse honrado con el repudio de los criticos y el clero, asi como el martir que muere en la hoguera. ¿que define mas a una obra maestra que la certeza de que quienes la perpetraron dominan de manera unica y exelsa su ARTE, y que lo estan demostrando a expensas de la salud del balance final. ho gillan, mariscal del rock n' roll, nunca vi sus cuerdas vocales bibrar con tanta nitides que como en las grabaciones de ese tour, sus letras exquisitas, quien hubiera podido preveer que se podia comprimir tantos colores con un humilde cuarteto de rock, sin indeceables mariconerias multimillonarias en el estudio. black sabbath, les doy las gracias en nombre de los ciglos venideros por esa aberrante insolencia sacra.

    otro ejemplo de cuando la delgada linea entre lo chavacano y lo exquisito es traspasada con brutal vehemencia como el himen de una mozuella nazarena es la musica de la banda anterior de gillan, escuchese "south africa"

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