Aunque el bueno de Hugh abandonó la banda hace ya un buen puñado de años, popularmente sigue siendo reconocido como el vocalista de los Stranglers, grupo rara avis dentro de ese océano de raras avis que fue el punk londinense. Aunque su sonido poco o nada tenía que ver con las estridencias de Pistols y U.K Subs o con la intensidad post punk de PiL - ¿un futuro post sobre PiL? ¿Por qué no? - y Gang of Four. Éstos siempre fueron a su bola, haciendo gala de un estilo propio marcado por un poderoso hammond, unas líneas de bajo matadoras y unos ambientes más lúgubres que... que... que algo muy lúgubre.
Además, quiso la casualidad que ayer mismo el Zorromono adquiriera, en una tienda de segunda mano, su última obra maestra, el disco Aural Sculpture.

Este álbum incluye el tema Spain, en el que se puede oir un desasosegante sampler de Carmen Franco saludando a todos los niños de España. Ese era otro de los puntos cachondos de la banda, su inquietante ambiguedad en lo político. Su bajista llegó a declarar que el resto de grupos punk de su generación estaban teledirigidos desde Moscú.
Pues eso. Gran tipo y gran banda, que nunca faltará en las sesiones del Zorromono.
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