martes, 5 de abril de 2011

Así habló Fernando Pardo (y II)

El Zorromono les saluda una vez más, antes de ofrecerles la jugosa segunda parte de la interminable entrevista que el guitarrista de Sex Museum y Los Coronas, Fernando Pardo, mantuvo con su mutante preferido. Y al Micocánido no se le ocurrió otra cosa que preguntarle al legendario rockero su opinión sobre esa cosa conocida como Movida Madrileña. Lean lo que Pardo tiene que decir al respecto, lean, que la cosa no tiene desperdicio.

-Y de la Movida qué me dices?

- Mi opinión de adolescente en la época de la Movida, fue la de entregarme totalmente a esa escena, te lo digo tal cual.



-Incluso, con Sex Museum, grabásteis una version del Unidos de Parálisis Permanente.

-Claro. Mi visión de la Movida es diferente, porque yo estaba ahí como madrileño que tenía 14 o 15 años, en el paso de los 70 a los 80. Yo estaba metido en un rollo en el que me iba a comprar discos a un sitio que se llamaba Pancoca, y compraba singles de Glutamato Ye-Ye, de Espasmódicos, de Ox Pow.. Era un rollo Monaguillos, algo diferente de lo que se recuerda ahora como la Movida. En esa epoca, que tenía entre 13 y 17, yo estaba metido en un ambiente que... esto te va a sonar a chino (risas) ... en un rollo de skaters, eramos patinadores. Estabamos superenganchados con el monopatín, y estabamos gente tan curiosa como Corcobado, o el bajista de Ox Pow, o gente que luego estuvo en un grupo que se llamó Tercera Guerra Mundial. Era un poco distinto, y  veía todo ese cambio del rock urbano y demás, que también he de reconocerte una cosa; en esa época todo lo que era pelo largo y barba me asqueaba. Yo iba al Rastro, y todo ese rollo jipi, pues me daba algo en el cuerpo que... Por ejemplo, tenía una manía terrible a los Creedence, que ahora es uno de mis grupos favoritos, y no podía aguanatar a Led Zeppelin (risas). Y no me preguntes por qué, tío. Estaba posicionado ahí, por lo que fuera. Eran los tiempos, y yo estaba metido en una movida independiente que no ha trascendido tanto. Todo ese movmiento sí que parecía que tenía algo diferente, porque me movía con gente, una especie de underground, que pasamos de nuestra visión de patinadores adolescentes de finales de los 70 a la música, pero a la música totalmente underground. Y todo lo que tenía que ver con la movida nos parecía la bomba. Además era la parte subterránea, te diria que entre los amigos había alguno al que le gustaba Nacha Pop, pero la mayoría estábamos con una mezcla entre Los Nikis, y te podría decir Siniestro Total, porque Siniestro para nosotros era una presencia constante en Madrid, era parte de la movida a principios de los 80, y quitó del medio... joder, tío, yo es que soy muy poco diplomático, lo siento... quitó de enmedio a Asfalto y ese tipo de cosas, que si Javi Vacas -bajista de Sex Museum y Coronas-  me escucha decir esto se va a cagar en mi madre. A mi el rollo de Asfalto, Bloque, Muro... me parecía lo peor (risas). Yo estaba con un pie en el rollo skater, oyendo a Black Flag, los Dickies y Plasmatics, y con el otro en el rollo mod, y de repente venían y me decían  "Oye, ¿has oído esto de Medina Azahara?" (Carcajadas) "¿Qué me dices?". Y te lo digo así porque en el colegio al que yo iba se veía esa mezcla, te encontrabas con gente que decía que Triana era el mejor grupo del mundo, y luego íbamos a ver a Los Nikis, al principio de todo. O lo mismo Los Nikis que Parálisis Permanente. Había ahi grupos que podían ser musicalmente poco relevantes, pero socialmente fue el momento en el que España fue un país moderno. Por lo menos Madrid lo fue, porque hasta entonces era una ciudad en blanco y negro que olía a coliflor. Era una mezcla entre eso y una ciudad excesivamente policial. Recuerdo que era muy clásico lo de patinar y que te parara la policia. Era una ciudad gris. Cuando empezó la movida y todo esto, igual es por mi edad, la vida cambió a color. Ya no era en blanco y negro, y yo relaciono mucho esta época con mi barrio, la zona en la que vivía, que era muy macarrilla, y por eso le cogí un poco de manía a eso de "los buenos músicos" (risas). Además... bah, te lo voy a decir: no había tías interesantes, no era luminoso, no era jugoso, era ese momento del rollo sexual de la adolescencia, que estas que ardes, y meterme en ese rollo del barrio de pantalones ajustaos e ir como loco a la sala Canciller a ver a Rosendo, pues me pillaba en el otro lado. Yo era de ir a ver a Parálisis (risas).Puf, es que esto...



- Está bien, es tu opinión...

- Claro, claro, es lo que sentía. Es que durante años no he oído otra cosa que poner a parir esa época, que si vaya músicos de mierda, que no se qué, que jodieron el rock and roll... Yo te digo sinceramente  que lo que venía antes era muy artificial, y un poco forzado. Hasta que no llegó esta explosión, que luego derivó en una cosa que no me gustó demasiado, por lo menos rompió con lo que habiá, que era en blanco y negro. Es que me decían "Mira a estos tíos que son la hostia, el guitarrista toca a Dios..." y yo pensaba "Que coñazo...". Al rollo del virtuosismo le tengo un poco de manía .

-Te pregunto por todo esto porque la percepción que tenemos desde fuera es que determinados medios de comunicación cogieron eso y lo elevaron a una altura desproporcionada, que a lo mejor no lo merecía, pero me parece que esto a lo que me refiero es lo que tú dices que fue un poco después y que ya no te gustó tanto, no este primer estallido más punk.

- Claro. Es que en el momento fue la bomba. La gente ahora lo obvia, pero es que Madrid era una ciudad muy cutre. España era un país cutre, porque miraras donde miraras, todos los padres tenían el mismo coche, todos teníamos la misma televisión... Era un acosa muy homogénea, y de pronto apareció todo esto, para un tipo de juventud que de pequeños habíamos descubierto a los Ramones, y yo te digo que mi rollo musical era una mezcla de Ted  Nugent y los Ramones. Me pillaba los discos de Rory Gallagher y de los Jam, era una mezcla de ambos mundos.



-Lo que viene siendo Sex Museum.

-Bueno, sí... Es eso. Hay gente que te dice "¿Pero tíos, a vosotros que os gusta más, el hard rock o el punk rock?". Pues mira, Grand Funk Railroad me flipan, pero los Buzzcocks lo mismo y un poco más. También es por lo que me ha tocado, porque mi generacón ha sido abierta por un cúmulo de circunstancias. Pillamos el final de una época y el principio de otra, y hubo un cambio que culturalmente se pedía a gritos. Porque ya no estaba Franco, y no podía ser que nos metieran el seguir en los 70 eternamente, porque lo que veo en los 70 de EEUU es que el hard rock era algo sexy, y molón, y en España el hard rock me parecía cutre (risas). Me gustaba mucho Ted Nugent, y no había el equivalente de un tío tan chuleta y vacilón. No, aquí era todo contenido, y a la vez, estaba todo ese mensaje político de  la generación anterior a la nuestra, soltando el mesaje político de un cambio de era, y noseque... A nosotros eso nos la sudaba, éramos los siguientes, y decíamos "Mira, tío, todo ese rollo político te lo puedes meter por donde te quepa, ahora lo que queremos es acción" (risas). Por eso hubo una explosión brutal de fanzines, porque tu te comprabas la revista Vibraciones, y te hablaban de Secta Sónica, Compañía Eléctrica Dharma, Iceberg... que no les quito valor, pero en ese momento, si me plantaba en un concierto de esos, lo que había era gente mayor, con postura de gente mayor, y no había jugo, ni excitación. Con la Movida de repente ibas a las salas y había una excitación sexual acojonante, y te lo digo como lo veía un tío de de 16 años. Si ibas a un concierto del PCE en Casa de Campo, veías la vida en blanco y negro, y si luego te ibas a Rockola a cualquier concierto te mezclaban a King Kurt, o los Lords of the New Church o los Stranglers, con Siniestro o Monaguillos, pues te decías "Esto es. Esto es el mundo de verdad". Y salió el sol. Pero salió el sol y se acabó el rollo de mucha gente que no supo reciclarse, y se quedó ahí, esparando ... Era como "Tíos, ¿Cómo vais a quitarnos esto, si nosotros tocamos mejor?" Eso es una cosa que siempre ha hecho que me parta la polla. No te equivoques, tío. El arte no es habilidad, y la música es arte, y no puedes exigir porque seas mejor músico. Por encima de todo están las canciones. Algunas canciones de Alaska y Los Pegamoides, antes de Dinarama, las escuchas, y aún siendo lo más maismtream de aquello, consiguen abstraerte. Grandes canciones de principios de los 80 son más las de grupos malos tocadas de forma regular, que las de el supergrupo haciendo un solo brutal. Pero es una opinión bastante personal.

-De alguien que estuvo ahí, en primera fila.

-Yo tengo aún mis DNI  falsos para entrar en Rockola siendo menor de edad (risas), y estaba metidísimo. Así empezamos con Sex Museum inmediatamente, llegamos ahí con la mentalidad de que en lo que estaba derivando la Movida era una gilipollez, pura tontería y fiesta. A tomar por culo, vamos a cambiar el rollo, a contramovida, porque la Movida derivó en el éxito de Mecano y de los Hombres G, y fue como "¡A tomar por culo! Vuelta atrás!". En el fondo, cualquiera puede decir que lo que digo es una contradición. Y sí, porque esos tiempos eran pura contradición; te metías en un sitio, y si veías que derivaba hacia algo que no te gustaba, pues rapidamente te unías al otro bando.



-Y así os fue, y lo digo con todo el cariño. Porque los grupos grandes que surgisteis por el lado rockero de esa postmovida, Sex Museum y Los Enemigos, tuvisteis momentos monstruosos, pero nunca pegasteis el patadón en ventas y popularidad que sí que alcanzó Dover, por ejemplo.

-Claro, pero es que en el fondo estábamos contaminados, teníamos el virus de haber vivido esa época como la vivimos, y era el rollo de que las cosas, donde llegaron, estaban bien. Si hubieran llegado más arriba, habríamos perdido. Hablando con Josele, acordamos que fue una mezcla: tuvimos lo que queríamos y lo que nos merecimos. No estuvo mal.

-Como espectador, te puedo asegurar que no, que no estuvo mal en absoluto.

- (Risas) ¡Claro que no! ¡Estuvo que te cagas! Pero lo de haber aspirado a un poco más, yo ahora lo miro con el tiempo, y pienso que igual hasta habría endurecido el mensaje, para tratar de crear una escena más potente. Y eso que ya lo hicimos a saco, porque te das cuenta de lo que se ha conseguido a estas alturas de la película. ¿Envidio lo que logró Dover? ¿Tú crees que lo envidio (risas)?



-Acabar haciendo el Waka-Waka, o el Dayanana, o como se diga...

-(Risas) Pues imagínate. Cuando la gente me dice que nunca hamos llegado a más, no piensa que siempre nos hemos mantenido. Con el batería de Los Ronaldos, Ricardo, tenemos una relación de la hostia, y él suele decir:  "Es que vosotros lo habéis hecho guay, porque simpre habéis estado en semilatencia, sin llegar arriba del todo, pero sin llegar arriba del todo tampo caeis abajo del todo; te mantienes enmedio". No sé si fue una cosa premeditada, pero nos salió bien; asomas la cabeza, la vuelves a meter un poco, y entonces ni los cambios no son tan drásticos, ni desapareces.



-O sea que como grupo de culto estáis como Dios.

-Sí, esta bien, pero es que yo no acabo de entender muy bien como va el rollo del culto, pero en el sitio en el que estamos... Esto lo he dicho un millón de veces y no me canso de repetirlo; la escena del rock and roll es España está de puta madre, va entrando gente, sigue habiendo bandas... Es una pena que muchos grupos no tengan la repercusión que merecerían, pero es muy constante, y es una escena muy curiosa que no tiene otros países. Tanto con Coronas como con Sex Museum hemos tocado en Alemania montones de veces, y allí no hay una escena como hay aquí de meter público. En esta escena tiene su hueco hasta el público, hay tios con pedigrí que vienen a todos los conciertos, y eso es la hostia. Es una cosa que me parece muy curiosa,  la gente que hay está extendida, es una especie de secta masónica (risas). Tu saca tu grupo y tu movida adelante, que la gente está ahí para apoyarte. Consigue una sala, ve a la ciudad, y pégate el curro, porque la gente va a estar ahí. Y yo puedo decir esto 25 años después, y eso es la hostia.

Ahí tienen. Espero que hayan disfrutado tanto leyendo esta interviu como el Zorromono departiendo con semejante sabio. Y no se pierdan el nuevo trabajo de Sex Museum, Again and again, que es una maravilla, posiblemente el trabajo más macizo de la banda desde Sparks. Y tan pancho me quedo al decirlo...

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