martes, 7 de febrero de 2012

The Fleshtones o la inmutabilidad de la materia

Hay pocas cosas inamovibles en el mundo, de esas que nunca fallan y se sabe con certeza meridiana que siempre -llueva,truene o haya un cataclismo nuclear- van a estar ahí, rockeando duro y llevando la jarana allá por donde pasan. Damas y caballeros, el Zorromono les está hablando de los Fleshtones. Estos mostros del garage neoyorquino se encuentran en plena gira española, y para hablar de este tour y de mil cosas más, su amigo el Micocánido mantuvo una amistosa y dicharachera charla con el  amistoso y dicharachero Keith Streng, guitarrista del combo y cabezón Fleshtone junto al chalado de Peter Zaremba.



–Vuestro último disco, Brooklyn Sound Solution, está firmado por Fleshtones y Lenny Kaye. ¿Cómo surgió esta colaboración con el guitarrista del Patti Smith Group?

–Un buen amigo me sugirió que sería una buena idea que The Fleshtones hiciéramos un disco con Lenny Kaye, y así lo hicimos.

–Llama la atención la nutrida presencia de canciones instrumentales en el trabajo.

–Sí, la idea original era que el álbum fuera completamente instrumental, pero al final cambiamos de idea y metimos voces en algunos de los temas.

–Uno de los temas más lustrosos del disco es una versión instrumental de Day Tripper. Supongo que serás un  gran fan de los Beatles.

–Fue uno de los primeros grupos que vi en la televisión cuando estaba creciendo, y compraba sus discos cuando era un crío. Sí, por supuesto, soy un gran fan de los Beatles y creo que logramos una revisión muy interesante de Day Tripper.



–El sonido general de Brooklyn Sound Solution es muy sesentero, me recuerda al de los viejos discos de Booker T and the Mg’s.

–Es correcto, creo que en este disco donde es más más patente la cara más soul y rythm & blues de The Fleshtones, especialmente en los temas instrumentales.

–¿Además de los Beatles, qué otras bandas eran tus preferidas cuando eras un adolescente?

–Grupos como The Yardbirds, The Kinks, incluso el primer álbum de Led Zeppelin. También cosas como The Stooges y los New York Dolls. Había una música maravillosa cuando era adolescente, también me intersaban Roxy Music, el primer David Bowie, cosas como esas. Y, por supuesto, los Rolling Stones (risas).

–¿Prefieres a los Rolling Stones más blues de los 60 o a los Rolling Stones macarrucios de los 70?

–Prefiero a los de los sesenta, los que hicieron el álbum Beggars Banquet, con temas como Street Fighting Man y Jumpin' Jack Flash. Esos son los Stones que amo realmente.

-Ese también es mi album preferido de los Stones.

-¡Estupendo! Me alegra que estemos de acuerdo (risas).



–¿The Fleshtones os sentís más apreciados en Europa en general y en España en particular que en vuestro país?

–Totalmente. Actuamos en todas partes de Estados Unidos, pero tocamos para más gente en Europa. El público europeo, cuando le gusta una banda, la acompaña y la sigue durante toda su carrera, no sólo durante un año o dos. Creo que la audiencia europea es más entregada y apasionada a la música y el rock and roll. Y nos encanta España, es nuestro país preferido de Europa para tocar.

–Vuestro debut, en 1976, fue en el CBGB, y también fuisteis de las últimas bandas en tocar en tan magno recinto  ¿Qué sentiste cuando lo cerraron?

–Me senti muy mal, porque creo que era una marca histórica del rock neoyorquino, y fue una pena y algo de muy mal gusto que lo cerraran por una cuestión de dinero. El CBGB ya no existe por un asunto inmobiliario, y me siento muy mal por eso.



Los rockeros europeos no nos lo podíamos creer cuando el CBGB desapareció. Desde la distancia lo veíamos como un lugar sagrado e intocable, como una catedral o un monumento.

–Y teneis razón, lo era. Siento que haya cerrado por una razón tan estúpida como el dinero. Eso fue todo. Lo único que importa son las marcas, las licencias y el dinero, sin tener en cuenta la enorme importancia que tuvo ese club para la historia de la música de Nueva York. Es muy triste.

–Los Fleshtones habeis actuado hasta en el World Trade Center, pero ¿Cual es el sitio más raro en el que habéis tocado?

–El World Trade Center fue uno de los más extraños, pero estuvo muy bien (risas). Es una buena pregunta (piensa unos instantes)... Hace muchos años actuamos en una chabola en el estado de Mississippi, y eso fue muy extraño (risas). Era una choza en mitad de ninguna parte, en el sur de la América más profunda. Pero el de World Trade Center fue también de los más inusuales, porque tocamos exactamente dos semanas antes de los atentados, en el 2000. Soy neoyorquino, crecí en esa ciudad, y era la primera vez que estaba en la cima del World Trade Center. Fue muy inusual para mí y fue un show muy inusual, pero estuvo muy bien. Si traes a los Fleshtones tienes que tener cuidado (risas).



–Sois una gran influencia para un montón de grupos, desde Los  Chicos y Dr. Explosión a Hoodoo Gurus, The Hives y Black Lips. ¿Cambiarías este reconocimiento y este respeto por el éxito comercial?

–Las cosas están bien como están, pero solo sacaremos rendimiento comercial si esos grupos triunfan tocando una versión de alguna de nuestras canciones (risas). Y aunque daría la bienvenida a cualquier éxito comercial (risas), estoy muy orgulloso de haber sido una buena influencia para esas bandas. Por cierto, vamos a tocar con los Hoodoo Gurus en Australia, en abril.

- Me encantaría ver eso, pero me queda un poco a desmano, Keith.

-Ya, ya lo supongo. Lo siento (risas).



–Y ya para terminar, ¿Qué opinión te merecen estas bandas míticas que se reunen después de un montón de años, como los Sonics?

–Creo que los Sonics lo hacen muy bien, hicimos un show con ellos y fue grande. Suelo tener cuidado con este tipo de reuniones, porque algunas veces no son muy dignas, no funcionan y sería mejor que hubieran parado antes, pero algunas estuvieron muy bien, como las de los Monks y los Sonics. Generalmente lo apruebo, porque cuando una banda de rock and roll es buena, lo es para siempre.

–Tocaron por aquí hace un mes y fue muy divertido.

–Son una gran banda y los sigo amando.

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